Dîner des idiots

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La cena de los idiotas: un momento de aprendizaje y diversión entre amigos

Siempre se ha dicho que una cena entre amigos es un momento perfecto para relajarse y poner en orden algunas ideas confusas. Sin embargo, en esta ocasión, vamos a hablar de una cena un tanto peculiar, en la que el plato principal es la risa desinhibida y la diversión a través del juego y la autoparodia. En este caso, los invitados son profesores en activo, dispuestos a reírse de sus propios errores y a aprender de ellos.

La cena docente: un lugar para reírse de uno mismo

En esta cena tan especial, cinco profesores de secundaria se reúnen en una velada singular para burlarse de los idiotismos lingüísticos que han cometido en su época de estudiantes. Sin embargo, no se trata solo de reírse de los demás, sino de reírse de uno mismo y de ser conscientes de los errores que hemos cometido en el pasado.

Los idiotismos lingüísticos: un divertido error semántico

Pero, ¿qué son exactamente estos idiotismos lingüísticos? Se trata de construcciones gramaticales aparentemente correctas en el plano sintáctico, pero que denotan la falta de habilidad expresiva del emisor del mensaje. Es decir, son frases que, aunque pueden ser estructuralmente correctas, en realidad tienen un sentido inverosímil y hasta divertido.

Ejemplos de idiotismos que nos harán reír

En la cena, los invitados no paran de compartir anécdotas y situaciones en las que han sido incapaces de expresarse correctamente. Desde un profesor de física que le pregunta al jefe cuando cobrará las horas extras del lustro pasado, hasta una profesora de filología que cuestiona si lo que ella misma ha escrito en la pizarra se copia o no. Sin olvidar la deliciosa narración del genial Enrique Castro, quien relata una intervención estudiantil en una clase de educación física en la que el alumno pregunta si debe estudiar todo el aparato locomotor para el examen.

¿Quién no ha cometido un idiotismo lingüístico?

Pero no solo los profesores son los protagonistas de esta cena de idiotas. Todos hemos cometido en algún momento alguna clase de error semántico o lingüístico en nuestras conversaciones. ¿Quién no ha empleado alguna vez un pleonasmo para hacer énfasis en nuestras palabras, o ha cometido una concordancia imposible de entender? No hay quien se libre de ser un "idiota verbal" en algún momento.

Una cena sin complejos entre amigos

Lo maravilloso de esta cena de idiotas es que todos los invitados se sienten cómodos y libres de reírse de sí mismos sin complejos. Al fin y al cabo, todos somos seres humanos y todos cometemos errores en algún momento de nuestra vida. Y si podemos reírnos de ellos y aprender de ellos, mejor que mejor.

Conclusiones finales

En resumen, una cena entre buenos amigos puede ser mucho más que un simple acto social. Puede ser un momento de aprendizaje y diversión, en el que reírnos de nuestros errores y de los de los demás nos ayuda a ser mejores personas. Así que, ¿por qué no organizar una cena de idiotas con tus amigos y pasar un rato divertido recordando las anécdotas más disparatadas de vuestras vidas?

source : El Día de Córdoba – La cena de los idiotas